¿Qué enfermedades psicológicas impiden la conducción segura?
Conducir requiere estar en pleno uso de las facultades físicas y mentales. En España, la Ley de Tráfico y Seguridad Vial establece claramente que los conductores deben contar con la capacidad necesaria para garantizar su seguridad y la de los demás.
En este contexto, sabemos que algunas enfermedades psicológicas producen alteraciones en la percepción de la realidad, en los sentidos o en las habilidades motoras, lo que puede impedir una conducción segura.
Enfermedades psicológicas incapacitantes para conducir
No todas las enfermedades psicológicas limitan la capacidad de conducción. Sin embargo, algunas afecciones alteran la atención, reflejos, percepción del entorno o coordinación motriz, aumentando el riesgo de accidente.
Estas son las más relevantes según los informes periciales y estudios de seguridad vial:
1. Trastornos catatónicos
El síndrome catatónico afecta a la motricidad, la atención y la claridad mental. Puede generar desde una parálisis corporal espontánea hasta conductas impulsivas o reflejos exagerados. Estas reacciones imprevisibles hacen que la conducción sea altamente insegura.
2. Trastorno del sueño
Uno de los problemas más comunes en la actualidad. Un conductor con trastornos del sueño puede sufrir:
- Alucinaciones
- Episodios de sueño espontáneo
- Lentitud de reflejos
- Percepción distorsionada de la realidad.
Todo ello aumenta de forma considerable el riesgo de accidente.
3. Alcoholismo y drogodependencia
El consumo patológico de alcohol o drogas altera reflejos, percepción y capacidad de reacción ante estímulos.
Estas sustancias como alucinógenos, opioides o drogas psicotrópicas están prohibidas y no solo invalidan automáticamente la aptitud para conducir, sino que pueden suponer sanciones o pérdida de puntos.
4. Trastornos esquizofrénicos
La esquizofrenia modifica la percepción de la realidad y puede generar delirios, conductas agresivas o depresivas.
Según la normativa, las personas con esquizofrenia no se consideran aptas para obtener o renovar un carnet de conducir.
5. Enfermedad paranoide
La paranoia también altera la percepción y la interacción con el entorno. Este tipo de conductores pueden reaccionar de manera irracional o exagerada ante situaciones de tráfico, lo que supone un riesgo elevado para la seguridad vial.
6. Demencia senil y Alzheimer
La demencia senil, asociada muchas veces a enfermedades degenerativas como el Alzheimer, provoca pérdida de memoria, orientación y control psicomotriz.
En fases avanzadas, conducir es inviable y peligroso (errores graves al conducir, como confusión de señales o calles, aceleración inadecuada y colisiones).
7. Trastorno de déficit de atención (TDAH)
El TDAH afecta la concentración, la ubicación espacio-temporal y el autocontrol emocional.
Aunque no siempre incapacita, en algunos casos graves puede reducir la seguridad al volante.
8. Tratamientos farmacológicos
El uso de fármacos antipsicóticos, anticonvulsivos o antidepresivos puede alterar el estado de conciencia.
Conducir bajo sus efectos se considera una infracción y puede conllevar multas, pérdida de puntos e incluso retirada del carnet.
¿Cómo puede afectar la depresión en la conducción?
La depresión es una de las enfermedades psicológicas más comunes y, al mismo tiempo, una de las más peligrosas al volante. De hecho, la DGT incluye esta patología dentro de las que impiden obtener o renovar el carnet en casos graves.
Los efectos de la depresión en la conducción incluyen:
- Pérdida de concentración y lentitud de reflejos, lo que dificulta la toma de decisiones rápidas.
- Pensamientos intrusivos o preocupaciones constantes, que desvían la atención de la carretera.
- Conductas de evasión o pasividad, como no reaccionar ante una señal de peligro.
- Riesgo de conductas suicidas o impulsivas, que pueden derivar en maniobras extremadamente peligrosas.
- Agresividad o irritabilidad, afectando la convivencia vial.
Por tanto, la depresión puede afectar la conducción de forma directa, y por ello es una de las principales causas que afectan la salud mental en la conducción reconocidas en la normativa española.
Si padeces depresión y conduces, consulta con un especialista y sigue recomendaciones médicas para mantener tu carnet de conducir seguro.
Carnet de conducir y enfermedad mental
La legislación española establece que los conductores deben estar en pleno uso de sus facultades mentales. Esto significa que:
- Enfermedades graves o descompensadas pueden impedir obtener o renovar el carnet de conducir.
- Los informes médicos y periciales son clave para determinar la aptitud.
- Los tratamientos farmacológicos deben ser valorados, ya que algunos medicamentos pueden alterar reflejos y concentración.
Recomendaciones para conducir con seguridad
Ante la aparición de síntomas de cualquier enfermedad psicológica, lo más recomendable es:
- Mantener un seguimiento médico regular y cumplir tratamientos prescritos.
- Evitar conducir durante episodios agudos de enfermedad o fatiga extrema.
- Controlar efectos secundarios de medicamentos que alteren la atención o reflejos.
- En caso de diagnóstico de depresión, ansiedad o esquizofrenia, consultar con un especialista antes de conducir.
- Conocer y respetar la normativa de tráfico relacionada con enfermedades mentales.
Mantener la salud mental al día no solo protege tu vida, sino también la de todos los usuarios de la vía.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué pasa si conduzco y tengo una enfermedad mental no diagnosticada?
Conducir sin conocer el estado de tu salud mental puede ser un riesgo grave. Además, en caso de accidente, la aseguradora y la ley pueden considerar esta situación negligente.
2. ¿Puedo perder el carnet si consumo medicación psicotrópica?
Sí, si los fármacos afectan tu capacidad de conducción. Es importante declarar tu medicación a la DGT y seguir las recomendaciones médicas.
3. ¿Existen evaluaciones para recuperar el carnet tras una enfermedad mental?
Sí, mediante informes periciales y pruebas médicas, es posible determinar si la persona recupera aptitud para conducir.
4. ¿Cómo afectan las enfermedades mentales emergentes como ansiedad o estrés crónico?
Pueden generar distracciones, lentitud de reacción o alteraciones de percepción, aumentando riesgo de accidentes.
5. ¿Qué medidas preventivas puede tomar un conductor con TDAH leve?
- Evitar conducir en situaciones de alta complejidad o tráfico intenso.
- Tomar descansos frecuentes y usar ayudas de concentración como alarmas o recordatorios.
- Seguir tratamientos recomendados para mejorar concentración y control emocional.
La salud psicológica de los conductores es un factor clave en la seguridad vial. Enfermedades como la esquizofrenia, la depresión o los trastornos del sueño pueden ser determinantes en la ocurrencia de accidentes de tráfico.
En ITECO Ingenieros contamos con un equipo especializado en la reconstrucción de accidentes de tráfico y en la elaboración de informes periciales técnicos. Si se ha producido un siniestro en el que la salud mental del conductor pueda estar relacionada, nuestros informes aportan la objetividad y el rigor técnico necesarios en procesos judiciales o aseguradoras.


