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Si no voy a utilizar el coche en mucho tiempo ¿debo tener al día el seguro?

Todos los meses nos llega el cargo del seguro en nuestra cuenta bancaria. En ese momento pensamos: Pagamos una cuota periódica por algo que no usamos…¿O sí? Una póliza de seguros, es básicamente la cobertura económica de un evento no sucedido y que probablemente no ocurra. Ahora bien, pensemos…¿Qué pasa si ocurre y no lo tenemos?

Evidentemente, las empresas aseguradoras ofrecen un servicio financiero que se basa en estadísticas y estudios muy bien planificados de ocurrencia de eventos. Obviamente, la no ocurrencia de un hecho es, desde el punto de vista financiero, una “pérdida” para nosotros y una “ganancia” para la empresa aseguradora. 


La importancia de tener el seguro al día

Sin embargo, muy pocas veces pensamos en la inmensa fortuna que tienen que desembolsar las empresas de seguros cuando les toca resarcir económicamente las consecuencias de un siniestro. Una simple colisión de dos coches en una calle cualquiera, implica reparaciones económicas a ambos coches y en los cuales los implicados no tienen que desembolsar ni un céntimo o  el gasto, es muy pequeño. 

Dentro de esta evaluación, llegan diariamente a las empresas aseguradoras, clientes con un planteamiento concreto: Dejar las pólizas sobre coches que serán aparcados por largo tiempo. El argumento principal de estos usuarios es que un coche aparcado no incurre en riesgo y por lo tanto no debe pagar las pólizas de seguros. 


Argumentos a tener en cuenta

Este argumento es fácilmente rebatible:

Primero, en España, las pólizas de responsabilidad civil son innegables. De acuerdo a la Ley de Tráfico y Seguridad Vial la única excepción a que un coche no posea una cobertura de responsabilidad a terceros, es que esté dado de baja en la Dirección General de Tráfico.

  • No hay distinción si el coche está circulando o no. Aunque parezca inverosímil, un coche aparcado puede generar daños a terceros. 
  • Un coche aparcado, por efectos de la inercia o fuerzas externas, puede rodar y causar daños a otros coches, estructuras o personas.
  • Un cortocircuito, puede provocar un incendio que sea causado por el coche aparcado. Una tubería de combustible rota u otra falla mecánica en un coche inmóvil, es causante de daños y son responsabilidad ineludible del propietario.

Segundo, un coche aparcado puede ser víctima de siniestros. El más común es por efectos de actos vandálicos, robos o daños dolosos. Un daño al coche puede venir de un elemento externo como la caída de un objeto contundente o cualquier otro que lo lesione.

En ambos casos, el conductor de un coche debe sopesar si está dispuesto a correr con las consecuencias de daños económicos, estructurales y humanos que pueda causar su propiedad. En muchos casos, pagar una cuota de seguro, nos da la tranquilidad de saber que alguien más se hará responsable de erogaciones, que quizás, no estemos en la capacidad de realizar. 

En general, con los seguros siempre será mejor pagarlo y no usarlo a tener la necesidad y no tener la cobertura.