Consejos para conducir durante una ola de calor

Consejos para conducir durante una ola de calor

Conducir durante una ola de calor puede ser tan peligroso como conducir bajo los efectos del alcohol o drogas. La deshidratación, ralentización de los reflejos, percepciones distorsionadas o incluso, pérdida de la consciencia, pueden ser algunas de sus consecuencias. Desde mediados de la primavera hasta principios del otoño, algunas zonas de España sufren los embates de las altas temperaturas. En ciudades del sur o en las zonas costeras, los termostatos pueden llegar por encima de los 40ºC con sensaciones térmicas muy superiores.

El calor produce alteraciones de los sentidos debidos a la aceleración de los latidos cardíacos y la hiperventilación usada por el cuerpo como compensación térmica. Además, la hiper sudoración sin reposición continua de líquidos puede producir graves estados de deshidratación que descompensan el balance corporal en pocos minutos.

En muchos accidentes, la desorientación, reflejos retardados y pequeños desmayos pueden producir colisiones, salidas de carril y múltiples accidentes que pueden ser fatales. Por ello, la DGT y los especialistas en seguridad vial recomiendan atender los síntomas para prevenir las consecuencias de conducir durante una ola de calor. Veamos cuáles son los principales síntomas y consecuencias en nuestro organismo del calor, así como sus efectos en una conducción segura. Además, veamos las mejores formas de prevenir accidentes durante los meses más calurosos del año.


Ola de calor: Un enemigo silencioso

El calor es uno de los peores enemigos de la conducción. Los aumentos de temperatura no son solamente situaciones incómodas sino que pueden tener graves consecuencias en la seguridad vial. Cuando las temperaturas superan los 30ºC nuestro cuerpo comienza una serie de procesos corporales que buscan desesperadamente la compensación térmica. A veces, el aumento gradual de las temperaturas no parece afectarnos en gran medida hasta que se produce un colapso generalizado.

Estos colapsos pueden ser muy peligrosos si estamos frente a un volante. Es por ello que debemos encender nuestras alarmas si durante la conducción comenzamos a sentir:

  • Hipersudoración, especialmente en la zona de la cabeza, axilas y entrepierna
  • Sensación de sequedad en la boca, ojos y nariz
  • Visión borrosa o dificultad para enfocar objetos
  • Mareos, somnolencia o dolor de cabeza
  • Temblores, sensación de hormigueo y adormecimiento en manos y/o pies.
  • Alucinaciones, pérdidas momentáneas de la consciencia

Estos síntomas pueden presentarse en cualquier momento debido a un fallo generalizado de la irrigación sanguínea, hipertensión arterial o deshidratación severa. El efecto es muy similar al que sufre una persona que conduce bajo estados de embriaguez o drogas. Podemos sufrir pérdidas de la sensación de profundidad, ralentización de los reflejos, falta de coordinación y lentitud en las respuestas que pueden ocasionar accidentes.


¿Qué debemos hacer para evitar accidentes durante una ola de calor?

Nuestros peritos de reconstrucción de accidentes de tráfico recomiendan hasta el inicio del otoño, prepararnos para olas de calor. Esta preparación se hace indispensable en los meses de verano y muy especialmente, en las zonas de mayor incidencia del calor. Algunas de las recomendaciones de los expertos, son:

  • Mantener en el coche siempre medios de hidratación, principalmente agua.
  • Revisar el estado del aire acondicionado y ajustarlo a una temperatura agradable entre los 20 y 25ºC.
  • Usar gafas de sol, así como ropa fresca, holgada y que permita la adecuada transpiración corporal.
  • Mantener el nivel adecuado de refrigerante y lubricantes del coche.

Ante los primeros síntomas de los efectos del calor, lo más recomendable es buscar un sitio seguro donde refrescarse y esperar a recuperar la lucidez. Siempre debemos atender a las previsiones del tiempo y evitar, en lo posible, la conducción en las horas más calurosas del día.